Once Upon a Time: Segunda Temporada

Después de una primera temporada muy irregular acudí con miedo a esta segunda. No ayudaba el dúo protagonista formado por Emma (Jennifer Morrison) y ese niño repelente llamado Henry (Jared S. Gilmore).

Jennifer Morrison tiene aproximadamente dos expresiones faciales que, además, se parecen mucho entre sí: cara normal y cara de sorpresa. En cuando a Jared S. Gilmore el chico no es un prodigio de la actuación precisamente, pero con esos guiones flaco favor le hacen. Su voz me resulta de lo más irritante y en los momentos de tensión de la serie tiende a poner cara de estreñimiento.

La primera temporada se caracterizó por el relleno y por el abuso de escenas románticas de Blancanieves y Charming. No obstante también contaba con una historia cuyo trasfondo me pareció más que interesante y con ese monstruo de la actuación que es Robert Carlyle (en la serie Rumpelstiltskin/señor Gold).

¿Y qué ha pasado en esta segunda? Pues que en vez de centrarse en las virtudes de la serie las han ido machacando. La temporada entera no tiene mucho sentido, el arco argumental principal es inexistente y, tratando de demostrar que todos los personajes pueden ser buenos y malos, han convertido en odiosos o directamente absurdos a todos los protagonistas. No es que reclame que los buenos fueran buenos y los malos malos ojo, es que la manera de llevarlo de Once Upon a Time ha sido penosa.

Merecen una mención especial los "efectos especiales" (por llamarlos algo).

Decía Chéjov que si en una historia aparecía una pistola esa pistola debería ser disparada en algún momento. Es decir, todo lo que pase en una historia debería tener una razón de ser. Pues bien, en Once Upon a Time eso no sucede.

Durante el principio de la temporada la trama gira entorno a la aparición de la magia en Storybrook y la desaparición de Blancanieves y Emma a través de un portal. Aparecen dos personajes cargantes a más no poder (Aurora y Mulan) y piensas que todo eso llevará a alguna parte. Pues no.Vuelven en el capítulo nueve y ya está.

A partir de aquí, en el capítulo once (que no en el diez), empezaran a darle vueltas a que Blancanieves y Charming quieren mudarse (peleándose sobre si quedarse en Storybrook o irse a su mundo) y entran en un círculo vicioso llamado "a ver qué personaje se vuelve más repelente y consigue antes que Regina se haga malvada".

Aparece además un personaje (Greg) que miente a Emma sin que su superpoder funcione para nada. Porque en OUAT los guionistas tienen estas cosas, qué vamos a decir.

Es ya en el capítulo 14, mientras la temporada da vueltas sin ton ni son, cuando aparece definitivamente Neal/Bae y empieza a coger un poco de rumbo con la historia de Cora y Hook. Pero... ¡No! la temporada tampoco trata de ellos.

Ni siquiera de Greg o de Tamara, metidos a presión en la trama. Resulta que trata de alguien que está detrás de ellos, que desea destruir la magia y que vive ni más ni menos que en Neverland. Sin embargo ah, amigos, tampoco trata de él en sí sino que ese será el argumento de la tercera temporada. En resumen ¿De qué ha tratado en síntesis esta temporada? Ni los guionistas lo saben.